Justicia Ilegítima - Cabe preguntarse...


CABE PREGUNTARSE…


En las instalaciones del Hotel City, a lo largo de su trayectoria de trabajo, se alojaron funcionarios de los distintos ministerios e incluso algunos políticos, que todavía no habían alcanzado la notoriedad que tienen hoy.
Para la compra del hotel hizo falta el aval de la UIF (Unidad de Investigación Financiera).
La cooperativa mantenía convenios con instituciones de todo el país, e incluso brindó alojamiento a policías, funcionarios judiciales y representantes de la Fundación Alameda, que se dedica a la lucha contra la trata de personas. 

Cabe preguntarse entonces: ¿cómo es posible que todos hayan sido tan ciegos y sordos como para no darse cuenta de "los horrores que sucedían en el hotel" según relatan los fiscales y los medios de comunicación?

¿Acaso los funcionarios judiciales, insinúan que el Estado es cómplice de trata, al avalar a la supuesta “secta tenebrosa”?
El Estado que se ocupó de acusar y dar cátedra del funcionamiento de las sectas, no es acaso el mayor tratante, si consideramos que: los líderes mantienen sojuzgado a gran parte del pueblo en condiciones de vulnerabilidad, se enriquecen a costa del trabajo esclavo, forman asociaciones ilícitas, lavan el cerebro mediante la difusión de propaganda con falsas promesas, compran votos y trasladan a sus fieles en grupos, para llenar los espacios políticos para su propio beneficio? Ladrón juzga por su condición...

¿Cómo es posible que nadie escuchara los supuestos "gritos de los torturados" que los querellantes relataron, si como bien sabe la Policía Federal, el hotel no tenía habitaciones cerradas con candado o insonorizadas? ¿Dónde estaban las supuestas "víctimas" ocultas?

¿O acaso las clases de canto en el taller de música impartidas por la profesora de guitarra, eran confundidas con gritos de dolor?

¿Cómo es posible que se haya logrado un allanamiento cuando no había evidencias de trata de personas y la actividad era la propia de un hotel familiar, según informó la PFA?

¿Cómo es posible que el juez de instrucción haya encarcelado a gente sin antecedentes penales y sin tener pruebas?¿Por qué no revisaron el DVR de las cámaras de seguridad que sólo estaban en las áreas comunes, donde se podía constatar que pasajeros y asociados por igual, tenían libre acceso a la puerta de salida del hotel?

¿Cómo es posible que nadie viera gente con moretones, con marcas de grilletes, que no hubiera nadie pidiendo auxilio, si las supuestas “víctimas” deambulaban libremente por todo el hotel e interactuando con los pasajeros?

¿Cómo es posible estar "aislado del mundo" atendiendo un hotel céntrico por donde pasa innumerable cantidad de pasajeros al año?

¿Dónde se alojaban los pasajeros, si los pisos estaban ocupados por los “esclavos de la secta”?

¿Cómo es posible, que el personal de trabajo ajeno a la cooperativa, quienes también trabajaban y vivían en el hotel, jamás hayan visto o escuchado nada raro, cuando es sabida la acústica que tiene el edificio y los sonidos se escuchaban de un piso a otro?

¿Cómo es posible que los asesores, abogados, funcionarios del ministerio de desarrollo social, del trabajo, funcionarios de la municipalidad que realizaban las inspecciones recorriendo casi todas las áreas del hotel sin previo aviso, personajes públicos de la ciudad como Fernando Muro, quien hasta entró en el departamento privado del cuarto piso o el arquitecto que trabajó durante un año en el hotel recorriendo todo el edificio, jamás hayan visto nada sospechoso? 

¿Cómo es posible que todos los profesores de música, quienes asistieron regularmente a dar clases en el cuarto piso durante casi 2 años y que siendo docentes, tienen cierta preparación en psicología o simplemente por la experiencia adquirida al tratar con mucha gente de toda edad, no hayan percibido en lo más mínimo que hubiera alguien en "situación de emergencia"?

¿Cómo es compatible el supuesto “cautiverio y aislamiento social” o la no escolarización, con el concepto de un elevado nivel intelectual que la profesora de guitarra tenía de sus alumnos, quienes eran familiares del señor Nicosia?

¿Cómo es posible que el fiscal insista en la existencia de niños cautivos en el hotel, cuando los hijos del señor Nicosia y la señora Capossiello, ya eran todos adultos maduros de más de 40 años y la única joven era la nieta que ya tenía casi 20?

¿Cómo es posible que un hombre con movilidad reducida, que mayormente estaba en silla de ruedas, que tenía su columna vertebral fusionada y desde hacía por lo menos 15 años ya no podía girar la cabeza, que no tenía suficiente fuerza porque su enfermedad autoinmune había mermado su masa muscular, pudiera torturar, violar y dar órdenes a toda la gente del hotel, cuando la realidad es que no estaba involucrado en nada respecto a la administración de la cooperativa, pasaba sus días postrado o sentado en su cama, leyendo, escuchando la radio, descansando o en su computadora viendo series y películas, jugando, leyendo noticias o asistiendo a alguna de las clases de música para escuchar tocar la guitarra?

¿Cómo es posible que una mujer que dedicó casi 40 años de su vida a criar, alimentar, educar, proteger, amar a sus hijos, trabajar para su familia, esté presa hace 5 años y amenazada con una condena de 25 años de prisión, porque su hija la denunció en un arrebato de ira pero sobre todo celos?

¿Con qué autoridad puede un juez opinar, basándose sólo en dichos de terceros, que la señora Capossiello "le robó la infancia a sus hijos", si jamás la conoció y en los alegatos finales del juicio le impidió hacer libre uso de la palabra?

¿Cómo es posible que la denunciante, que dijo haber trabajado limpiando el hotel, cuando en realidad lo hacían las mucamas, luego declaró no haber trabajado en el hotel por ser todo una fachada y la realidad, es que no hacía más que asistir a los eventos sociales de la cooperativa en la ciudad, hoy dice haber “escapado” y efectúe una denuncia por explotación laboral sin haber trabajado un solo día?

¿Cómo es posible que siquiera le hayan tomado la denuncia, si dijo haber "escapado", pero para ese momento no vivía en el Hotel City desde hacía más de 6 meses, hacía su propia vida personal y social, actuaba en películas, era promotora del Festival de Cine y estaba trabajando en otro hotel de la ciudad?

¿Cómo es posible que el conserje del hotel, que pasaba sus horas atendiendo a los pasajeros, vendiendo plazas hoteleras, organizando grupos de juegos bonaerenses y junto con otros recepcionistas cuidaba las mascotas de los huéspedes, haya sido acusado de transportar a las “víctimas” entre los “diferentes sitios de cautiverio”?
¿No dice el fiscal acaso que todas las “víctimas estaban atrapadas” en el hotel?

¿Cómo es posible, que un hombre que no hizo más que trabajar decentemente toda su vida y que sólo tenía para propios y ajenos una conducta amistosa, respetuosa y jovial, que no tenía gente subordinada a su cargo porque sus trabajos de mantenimiento los hacía solo, o debía rendirle cuentas al Secretario de la Cooperativa, hoy tenga que pagar 17 años de cárcel por falsas acusaciones de las cuales además, en su mayoría fue sobreseído?

¿Cómo se puede incurrir en tantas contradicciones y con ello formar una causa judicial, condenar penal y socialmente a las personas y matar a otras en nombre de la justicia?

¿Cómo el fiscal puede acusar tan libremente inventando y afirmando conductas e incluso pensamientos, de gente que jamás conoció en su vida, basado en los dichos de terceras personas?¿Acaso las salas de los tribunales no son más que antros de tertulia?

¿Cómo los jueces dieron por ciertos los testimonios de la supuesta “victimización” de quienes hacen gala de un tremendo complejo de superioridad y se contradicen a sí mismos en cada frase que sale de sus bocas? Han dejado de manifiesto que el curso de “víctimas”, lo hicieron viendo un tutorial y lo reprobaron.

¿Cómo es posible que el Estado avale el fraude al propio Estado, convirtiéndose en partícipe necesario? 

¿Cómo es posible que el sistema judicial juegue con la vida de la gente y no deba responder ante nadie por ello?

¿Cómo es posible que los medios impunemente inventen hechos morbosos y expongan a la gente al escarnio público amparándose en la tan vapuleada y prostituida libertad de expresión, dirigiendo la opinión pública a su antojo, induciendo puntos de vista convenientes a su rating?


Cabe preguntarse ¿cómo es posible que se acepte como cierta tanta hipocresía?





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