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Mostrando las entradas de noviembre, 2025

Mitos y verdades de la causa "City Hotel": las "víctimas"

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"Cría cuervos y te sacarán los ojos" Refrán español MITO Las “víctimas” Tal vez por aquello de que una mentira repetida mil veces termina convirtiéndose en realidad, los medios en base a la información que les proporcionaba el Ministerio Público Fiscal, aún bajo secreto de sumario, llenaron sus páginas sensacionalistas con las tan mentadas “33 víctimas”. Es sabido que cuando hay casos de estas características, las víctimas reales aparecen hasta debajo de las piedras. En este caso, de las 33 quedaron 4 oficialmente reconocidas y de esas 4, 3 no se presentaron a declarar. Argumentaron que el estado psicológico se los impedía, pero el lector bien puede darse cuenta a lo largo de este blog, que dicho daño psicológico, no existía.  REALIDAD La lista de “víctimas” en esta causa, fue elaborada por la fiscalía 2 de Mar del Pata, cuyo representante era en ese momento Nicolás Czizik, perteneciente a la misma secta judicial que sus colegas del tribunal: "Justicia Legítima". Lo...

Mitos y verdades de a causa "City Hotel": La acusación

 RESUMEN DEL CONTENIDO DE ESTA PÁGINA La acusación de “secta criminal” es falsa. El Instituto era una academia civil sin fines de lucro, no religiosa. Eduardo Nicosia era un profesor serio de Yoga y Vedanta, con formación desde joven. Los alumnos llegaban recomendados por médicos, pagaban clases y no entregaban bienes ni rompían vínculos familiares . Los asistentes eran en su mayoría católicos y no se exigía cambiar creencias. No había personas vulnerables captadas; algunos integrantes del Instituto eran familiares y amigos, no víctimas. El Instituto se financiaba con clases, libros y cursos, no con donaciones ni despojo de bienes. El edificio se compró con dinero del padre del señor Nicosia; él incluso vendió su propio piano para sostener el proyecto. No existe evidencia de explotación laboral ni sexual. Los denunciantes de 2018 en su mayoría no trabajaron en el Instituto ni en la cooperativa del hotel. El dinero incautado en el allanamiento pertenecía a la cooperativa City Hotel,...

Mitos y verdades de la causa "City Hotel": la presunción de inocencia

  La presunción de inocencia MITO Todo individuo es inocente hasta que se demuestre lo contrario. REALIDAD Todo individuo es culpable hasta que se demuestre su inocencia, lo cual queda supeditado a la voluntad, interpretación y conveniencia del juez de turno. *****

Mitos y verdades de la causa "City Hotel": La honorabilidad de los tribunales

  MITO Las salas de los Tribunales son espacios honorables y solemnes donde los magistrados ecuánimes e imparciales, fungirán como árbitros entre las partes en debate, para llegar a la verdad e impartir justicia. REALIDAD Siempre hablando del caso que nos ocupa, el diván del psicólogo, se trasladó a la sala del tribunal y el juez ejerciendo abuso de poder, en su auto percibida “divina omnipotencia y omnisciencia”, se convirtió en médico, psicólogo, consejero, fiscal, juez, verdugo y sepulturero. En este caso en particular, Roberto Atilio Falcone quien era el presidente de la sala del Tribunal, se parcializó por completo sin cuestionar a las “víctimas” pero sí a los testigos de la defensa, y entre gestos de taimada cortesía y de déspota tiranía, se ocupó de inclinar la balanza en contra de los acusados. En la ejecución del debate, la sala de audiencias se movía entre las formas y las normas de la hipocresía, mientras que entre jueces, fiscales, abogados, secretarios, periodistas, “v...

EL JUEZ EN SU LABERINTO - Los mitológicos fundamentos de la sentencia

  EL JUEZ EN SU LABERINTO "Me da risa un ser humano juzgando a otro" Friedrich Nietzsche En la teoría, un juez es un ser humano común y corriente, un funcionario público asalariado que funge de árbitro neutral en un debate judicial. En la práctica, los jueces de todas las instancias (al igual que los políticos) debido a su estancamiento en el poder que les da el dinero y el cargo, han perdido su perspectiva de la realidad, han perdido su humanidad y por lo tanto se han alejado de la sociedad, volviéndose incapaces de comprender al ciudadano común y sus problemas cotidianos. Como parte de su alejamiento, h ablan y escriben en una jeringoza que requiere traductor (abogado), porque eso los distingue como ciudadanos de élite, con poder sobre la vida y la muerte de aquellos que consideran inferiores. Y es que el ser humano no está capacitado para juzgar a otro ser humano. El juez, que no es un dechado de virtud ni mucho menos, es simplemente un ser humano que respira, come y hace...